Te invito a leerme de nuevo

Haciendo un recuento a través de los años, desde que realicé la primera entrada de este blog me parece que ha transcurrido una eternidad, al mismo tiempo que la sensación es tan fresca como si fuera ayer.

Tal vez la constante que conecta cada punto en estos espacios ha sido la perseverancia en el sueño, porque eso es lo que se sigue respirando en el ambiente, que además ha ido consolidándose al reafirmar con el paso de cada día y la escritura de cada palabra; por eso la frescura de aquella primera publicación de hace ya más de una década, está cargada con la misma energía, ingenuidad y esperanza.

Recuerdo lo emocionada que estaba por sumergirme en el retador mundo editorial que me era prácticamente desconocido –por cierto, ya me lo conozco mucho mejor, les prometo un post del teje y maneje de lo aprendido muy pronto–. 

Me empujaba el interés por escribir la encantadora historia del gran amor de mis abuelos, una de esas que inspira a cualquier romántico y lo vuelve en uno empedernido, porque parecen irrepetibles, porque son historias idealizadas, pero siempre lo suficientemente atractivas como para enamorar al corazón y engancharnos con la envidiosa idea de poder hacernos de una, en la que los protagonistas seamos cada uno de nosotros. Sí, así empezó todo, junto con mis tarjetas hechas a mano del día del padre, de la madre, y de la amistad, cargadas siempre con inspiradoras frases del corazón de una niña soñadora.

También influyó, como un catalizador de experiencias, un punto de quiebre que redefinió mi vida y le dio un giro, tan grande quizá, como el que CAFÉ TOSCANA presenta a la mitad de su historia, no voy a entrar en detalles, así que no se preocupen, no hay alerta de spoilers.

Entonces empecé a escribir y a sortearme la vida como se me presentó a partir de entonces, la imagen idílica del escritor delante de una máquina de escribir con vista al lago, no aplica en este caso –que  conste que no la descarto, aunque muy probablemente estaría delante del mar–, porque igual que todos, tengo que trabajar para pagar las deudas. 

No obstante, se me ha fijado la idea de que ya es tiempo de volver este afán en redituable, porque sustentable lo ha sido, pero con franqueza, la vida de "Godín", aún parece acompañarme, aunque estoy segura que con un poquito de suerte y sus ojos puestos en estas líneas, las cosas seguirán cambiando.

Es cierto que parece que me he dormido un poco, porque a veces no me dan las 24 horas del día para producir todo lo que el alma del artista y el ser humano necesita –en todas sus calidades y roles de mamá, proveedora de casa, cocinera, chófer, terapeuta, productora de ideas y resolvedora de problemas, etc., por cierto mucho etc.–, se los anticipo, claro que he seguido escribiendo, algunos sólo conocen mi primera novela, la acaparadora de la mayoría de los afectos, pero he publicado otra, SONIDOS BAJO EL AGUA y una no ficción, UNA RECETA PRÁCTICA PARA SENTIRSE FELIZ, que también las tengo a la venta en Amazon, por si no quieren adquirirlas directamente en este BLOG o en la página de @SusanaSilvaAutora pestaña de tienda en FB. 

Ya tengo terminadas dos novelas más, muy pronto tendrán noticias de ellas, de momento sólo les comparto de lo que ya he hablado en redes sociales, que una encaja en el género de novela fantástica y la otra, adivinen de qué va...es ERÓTICA, con tintes de comedia y un poquitito de drama en el fondo, ¿cómo podría llamársele a este género? No es precisamente el de "dramedia" ¿Qué tal dramEROdia? Mmm, no, no me convence, cuando la lean podrán ayudarme a definirlo.

Y además cuento con tres y 1/2 proyectos en curso, el 1/2 es apenas el esbozo de una parodia que me quiero armar a partir de todas esas vicisitudes que se viven es el oscuro mundo de los Godínez, ¿se la imaginan?  Uno de ellos es la segunda parte de la novela fantástica, otro se trata de un thriller doméstico –me he vuelto multigénero, eh– y el tercero, en el que estoy aplicándome en estos días, se trata de una novela costumbristas, que retrata el México del siglo pasado, del que mi mamá me platicaba refiriéndose a su infancia, en el que nació ese romance entre mi abuelo y abuela, que por cierto, forman parte de la historia a modo de personajes secundarios, pero de eso, les hablaré  en otra oportunidad.

Si quieren llamarle a toda esta perorata mi justificación por la inactividad en el blog, o la invitación a volver a leerme con todas mis ocurrencias, altibajos, anécdotas y hasta los relatos que siguen saliendo de Café Toscana con personajes como ustedes o yo, me quedo con la invitación.

Entonces te invito a leerme, te invito a interesarte en los temas que aquí compartiré, te invito a formar parte de este mundo de sueños en el que los que nos atrevemos a soñar estamos todos un poco locos, te invito a participar activamente en esta página que aquí queremos leerte también, participa con tus comentarios, divulga el contenido o incluso puedes convertirte en un mecenas contemporáneo al comprar mis libros o patrocinar esta obra, de antemano te lo agradezco desde el fondo del alma y del tintero –o mejor digo del cartucho de la impresora de inyección de tinta, que no se me da el escribir a mano–.

¿Aceptas la invitación? Embarquémonos entonces en este caudal, solo necesitas tener ganas de leerme.